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martes, 19 de abril de 2011

Última cena de Jesús fue miércoles, según científicos

Los cristianos conmemoran la última cena de Jesucristo el jueves de Semana Santa, pero una nueva investigación sostiene que se llevó a cabo el miércoles antes de su crucifixión.
Colin Humphreys, de la Universidad de Cambridge, señala que las discrepancias en los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas en relación al de Juan surgieron porque aquellos toman como referencia un antiguo calendario diferente al judío.
El investigador concluye que la fecha exacta de la última cena fue el primero de abril del año 33 después de Cristo.
Esto puede significar también que el arresto, interrogación y juicio de Jesús no se produjo en un sólo día.
El profesor Humphreys sostiene que los resultados de su investigación podrían servir de base para que finalmente se establezca el primer domingo de abril como el día de Pascua.
Rompecabezas
En su nuevo libro, El misterio de la última cena, el científico utiliza documentación bíblica, histórica y astronómica para analizar las inconsistencias que existen en torno a estos eventos.
Mientras que los evangelistas Mateo, Marco y Lucas dicen que la última cena coincide con el inicio de la festividad judía de Pésaj, Juan señala que se produjo antes.
Por siglos, esto ha constituido un enigma para los estudiosos de la biblia. "De hecho, alguien dijo que es el tema más espinoso del Nuevo Testamento", señaló Colin Humphreys a la BBC.
"Si tú miras todos los eventos que registran los evangelios entre la última cena y la crucifixión, te das cuenta de que hay una gran cantidad de hechos. Es imposible encajarlos todos entre un jueves en la noche y un viernes en la mañana".
"Pero lo que mi investigación encontró es que se relatan los hechos a partir de dos calendarios", agregó.
El profesor Humphreys señala que los judíos nunca hubieran confundido una cena de Pésaj con ninguna otra, porque es una festividad muy importante.
Él plantea que Mateo, Marcos y Lucas usan un viejo calendario judío, adaptado de la época de Moisés, en vez del calendario oficial lunar que se usaba en la época de la crucifixión.
"En el evangelio de Juan, se dice correctamente que la última cena se produjo antes de Pésaj, pero Jesús optó por realizarla como si fuera una cena de Pésaj, según un calendario antiguo judío", destacó el profesor Humphreys.
A partir de esto, el científico concluye que la última cena se produjo el miércoles primero de abril en el año 33 D.C. según el calendario juliano que usan comúnmente los historiadores
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¿Podrían dos de los clavos utilizados para crucificar a Jesús haber sido descubiertos en una tumba de 2.000 años de antigüedad en Jerusalén?. ¿Y podrían haber desaparecido misteriosamente durante 20 años, para acabar apareciendo por casualidad en un laboratorio de Tel Aviv?.

Esa es la premisa del nuevo documental “Los Clavos de la Cruz” del veterano investigador Simcha Jacobovici, que incluso antes de su estreno ha provocado un vivo debate en Tierra Santa. La película sigue tres años de investigación durante los que Jacobovici presenta sus argumentaciones: algunas basadas en datos empíricos, otras necesitadas de mucha imaginación y un salto de fe.

El investigador afirma que el descubrimiento es histórico, pero la mayoría de expertos contactados por Reuters lo desestimaron por inverosímil, y algunos lo calificaron de ardid publicitario.

Durante siglos se han presentado muchas reliquias antiguas, como otros clavos que supuestamente se remontan a la crucifixión, como relacionadas con Jesús. Muchas fueron consideradas falsas, mientras que otras fueron aceptadas como sagradas.

Jacobovici, que ya suscitó un debate con otra película que afirmaba revelar la tumba perdida de Jesús, dice que este hallazgo difiere de otros por su contexto histórico y arqueológico.

“Lo que estamos trayendo al mundo es el mejor argumento arqueológico presentado jamás de que se han encontrado dos de los clavos de la crucifixión de Jesús”, dijo en una entrevista, con su característico gorro de lana. “¿Sé al 100% que sí, que son ellos? No”.
Gobierno de Francia prohíbe Orar en las calles de París y Marsella
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París.- Francia anunció este viernes su decisión de prohibir las plegarias de cualquier religión en las calles de las dos principales ciudades del país, París y Marsella, como ya sucede en Niza, dentro de una serie de medidas gubernamentales destinadas a favorecer el laicismo. Ese fue uno de los puntos que el ministro del Interior, Claude Guéant, transmitió a representantes en Francia de las comunidades católica, judía, musulmana, budista, ortodoxa y protestante, en una reunión para exponerles la nueva política dirigida a garantizar la aplicación del laicismo en el país.



Entre ellas se incluye la creación de un grupo de trabajo interministerial encargado de aclarar, antes del verano, las condiciones del cumplimiento del principio de neutralidad en los servicios públicos y de proponer las medidas jurídicas apropiadas. Para favorecer la libertad de culto se apuesta también por la creación de una "conferencia departamental" de la libertad religiosa, que estaría integrada por personas elegidas localmente y responsables de la Administración, o la garantía de que el sacrificio de los animales según los respectivos ritos religiosos se realiza respetando las reglas sanitarias.