En EEUU han celebrado la muerte de Osama Bin Laden, como si fuera un carnaval o el día de la independencia. Eufóricos, exaltados, emocionados han salido a la calle a celebrar algo de lo que han sido informados, pero que no han visto el cuerpo de Osama Bin Laden.
Al respecto el Vaticano expresó su desagrado por la celebración de la muerte de líder de Al Qaeda.
El padre Federico Lombardi, portavoz de la Santa Sede , declaró hoy que la Santa Sede espera que la muerte del líder de Al Qaeda “no sea ocasión para un crecimiento del odio, sino de la paz”.
Federico Lombardi, reconoció que Osama Bin Laden, fue responsable de “difundir división y odio entre los pueblos, causando la muerte de personas y de instrumentalizar las religiones con este fin”, pero “ante la muerte de un hombre, un cristiano no se alegra nunca” y reconoce que sí “reflexiona sobre las responsabilidades de cada uno ante Dios y ante los hombres”.
El líder de Al Qaeda se había convertido para ellos en símbolo de la justicia tras los atentados del 11 de Septiembre, pero nadie lo ha mostrado y pocos se han preguntado por qué. Dentro de este ambiente de victoria, parece lógico que se muestre el motivo de ella para exaltar aún más a las masas, pero la administración estadounidense opta, según las últimas informaciones, por no divulgar imágenes que alienten a los seguidores del líder de Al Qaeda.
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